Este miércoles la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), informaba que se han cometido un centenar de agresiones sexuales en la
Plaza Tahrir y sus alrededores en menos de una semana durante las
manifestaciones contra el presidente islamista Mohamed Mursi.
HRW, ha señalado al menos 91 agresiones desde el 28 de
junio, algunas de las cuales desembocaron en violaciones. La ONG obtuvo
información de las asociaciones locales, que luchan contra ese fenómeno
recurrente durante las manifestaciones en Egipto. El comunicado de HRW señaló
cinco ataques contra mujeres el 28 de junio, 46 el domingo 30 de junio -la
jornada de las manifestaciones más multitudinarias-, 17 agresiones el 1 de
julio y 23 el 2 de julio.
Según las víctimas, muchas agresiones empiezan con un grupo
de hombres jóvenes "que descubre a una mujer, la rodea, la separa de sus
amigos" y la agrede, arrancándole la ropa o violándola. En algunos casos,
la víctima es arrastrada por el suelo para seguir siendo agredida en otro lugar
llegando a ser hospitalizadas.
Según un informe de la ONU, la violación femenina es un
problema constante que amenaza a este país. El 99% de cientos de mujeres
encuestadas asegura haber sufrido algún tipo de violación o acoso sexual a lo
largo de su vida.
Cada año se denuncian en España 1.161 violaciones. En el
garaje, en una calle poco iluminada tras una noche de fiesta, de madrugada al
acudir al trabajo, en un rincón oscuro del portal de casa, en un parque, en el
dormitorio. Por parte de familiares, de personas del entorno cercano o de
perfectos desconocidos.
En nuestro país es noticia la salida de ayer de la cárcel de Alejandro
Martínez Singul, el segundo violador del Eixample. Este se ha sometido voluntariamente
a la terapia de inhibición del deseo sexual, o castración química, y tras haber
cumplido íntegramente su última condena de más de 3 años por intentar abusar de
una niña de 12 años.
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