viernes, 16 de noviembre de 2012

VIOLENCIA DE GÉNERO


Violencia de Género dentro de la pareja.   

  Violencia que como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre estas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hay estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.


El ciclo de la violencia

El ciclo de la violencia, descrito por la investigadora estadounidense Leonore
Walker en 1979, explica y nos ayuda a entender cómo se produce y se
mantiene la violencia en la pareja.

Leonore trabajó en una casa refugio para mujeres maltratadas y observó que
muchas mujeres describían un patrón muy parecido en el proceso de maltrato
y que este tenía una forma cíclica, que se desarrollaba en tres fases: la fase
de tensión, la fase de agresión y la fase de conciliación, arrepentimiento o de
“luna de miel”.
1. La fase de tensión se caracteriza por una escalada gradual de tensión que se manifiesta en actos que aumentan la fricción y los conflictos en la pareja. El hombre violento expresa hostilidad, pero no en forma explosiva. La mujer intenta calmar, complacer o, al menos, no hacer aquello que le pueda molestar a la pareja, en la creencia irreal de que ella puede controlar la agresión. Pero esta sigue aumentando y se producirá la ...
2. Fase de agresión, en la que estalla la violencia psíquica, física
    y/o sexual. Es en esta fase cuando la mujer suele denunciar los malos tratos y en la que puede decidirse a contar lo que le está pasando.
3. Fase de remisión, conciliación o “luna de miel”, en la que el hombre violento se arrepiente, pide perdón, le hace promesas de cambio o le hace regalos. Este momento supone un refuerzo positivo para que la mujer mantenga la relación. También le permite ver el “lado bueno” de su pareja, fomentando la esperanza de que puede llegar a cambiar.

El ciclo de la violencia explica por qué algunas mujeres retiran su denuncia,
que interponen en la fase de agresión, al encontrarse un hombre que se
arrepiente, promete cambiar y que está en plena fase de “luna de miel”.
También explica por qué las mujeres, después de verbalizar que están
sufriendo violencia o de iniciar la toma de decisiones para terminar con la
relación, le disculpan, minimizan su comportamiento violento o lo justifican,
volviendo de nuevo a la situación anterior.

Con el tiempo, la fase de agresión se repite más a menudo o se está todo el
tiempo entre la tensión y la agresión, sin apenas “fase de reconciliación”.
Cuando esto sucede, es cuando muchas mujeres deciden pedir ayuda. A veces,
hasta llegar a este momento, han pasado muchos años. Si este ciclo no se
rompe a tiempo, las agresiones se repetirán con más frecuencia y más
intensidad, con mayor gravedad y riesgo para la mujer.


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